¿Qué ver en Bilbao en dos días? Muchas cosa, monumentos, lugares de alto interés pueden ser apreciados a lo largo de toda la Villa.
Bilbao es una ciudad, al norte de España, capital de la maravillosa provincia de Vizcaya, posee una estructura general de gran relevancia histórica artística y comercial, perfecta para todo gusto.
Que ver en Bilbao en dos días
Si solamente disponemos de 48 horas exactas para recorrer las exquisitas calles de la ciudad y embriagarnos de su cultura, lo que podemos tener es una planificación ordenada del recorrido.
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De esta manera, evitamos ver lo más posible, sin perdernos los grandes monumentos, edificaciones históricas y otros aspectos más que el gran Bilbao ofrece a sus visitantes.
Día 1
En nuestro primer día es necesario que paseamos por desde las áreas verdes más significativas y nos enfoquemos más en esos lugares que dan un ambiente de interacción social.
Esto con la finalidad de que el visitante aprenda sobre los aspectos más sociales de la ciudad, sin necesidad de abrumarse, aprendiendo sobre lo básico de la región.
Por la mañana – Artxanda, Campo Volantín, Paseo Uribitarte
Aprovechando el entorno cálido pero no asfixiante que nos ofrece la mañana, podemos empezar nuestro recorrido primario por los alrededor de Bilbao, visitando el famoso monte Artxanda.
Al llegar al pico nos encontramos con un mirador, las alturas nos permiten tener una perspectiva diferente del botxo (una referencia de la villa hecha por los lugareños).
Desde ese punto tan álgido es implacable la vista de toda la ciudad, dejándonos ver lo moderno y lo tradicional que tanto caracteriza a la zona.
Sintiéndonos como los señoríos de Vizcaya al tener el imponente Bilbao cerniéndose ante nuestros pies y viendo desde lo ancho del horizonte a Bizkaia.
Al estar en la cima no podemos perdernos de las distintas cualidades de éste alto lugar, el cual se encuentra rodeado de áreas verdes fascinantes para el ojo turista.
Además, no nos podemos perder de pasear por los jardines, disfrutar de una comida en los varios restaurantes y bares que nos adentran en la cultura local con sus platillos.
Una de las cosas que puedes llegar a ser muy atrayente del viaje hasta la cima, es el modo en el que se llega a ella.
No vamos a caminar hasta allá, sino que nos montamos en el famoso funicular, una especie de ferrocarril que nos lleva directo a las apremiantes alturas.
Éste medio de transporte podemos tomarlo en uno de los barrios conocidos de Bilbao, Castaño, en el cual se encuentra la Plaza del Funicular en todo el centro del mismo.
Es en ese barrio donde empieza y termina nuestro viaje al monte Artxanda. Luego procedemos a disfrutar en el Campo Volantín.
Dicho Campo inicia su recorrido por las callejuelas del Ayuntamiento y nos deja en la Plaza La Salve, por debajo del puente con el mismo nombre.
Este lugar se encuentra en el lado derecho de la ría de Bilbao, donde se aprecian distintas edificaciones icónicas como lo es el puente Zubizuri.
Siguiendo el trayecto del puente, llegamos al paseo Uribitarte en el lado izquierdo de la Villa, el cual se encuentra a lo largo del borde de la ría, dándonos una vista preciosa y relajante de esta.
A su vez, mientras recorremos los caminos del Paseo, podemos ver algunas edición de mucho interés entre los ciudadanos, las reconocidas torres gemelas de Isoki Atea.
De ese modo, terminamos nuestro recorrido matutino conociendo el resto del Paseo de Uribitarte, con experiencias vividas a lo largo de todo el viaje de la mañana, desde su inicio hasta su final.
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Por la tarde – Guggenheim y Azkuna Zentroa
Ahora, específicamente en el horario del mediodía, habiendo finalizado nuestra caminata por el Paseo, el cual termina justamente en el Museo Guggenheim, nuestra próxima parada.
Para aquellos amantes del arte, éste será su lugar favorito de todo el viaje, un lugar impregnado de distintas y celebres obras artísticas.
La estructura de éste museo y sus funcionalidades le dieron a la Villa un chispa de vida llena de gracia y distinción, al igual que la zona a su alrededor.
Aquí se exhiben desde exposiciones de arte contemporáneo permanentes hasta demostraciones temporales de trabajos reconocidos internacionalmente como dibujos del mismo Miguel Ángel.
Habiendo finalizado la visita del museo, podemos disfrutar de una excelente comida típica de la gastronomía vasca en alguno de los muchos restaurantes de la zona.
Siguiendo con la alimentación de nuestros conocimientos artístico, visitar al antiguo almacén de vino, convertido actualmente en un lugar de ocio cultural y social, es algo imprescindible.
En Azkuna zentroa, podemos disfrutar de arte mucho más moderno y funcional, además de conocer la cultura bilbaína urbana.
De igual modo, se pueden practicar otras actividades de carácter físico o mental, visitando las áreas de la piscina o el gimnasio, así como también la singular biblioteca que ofrece el centro.
Ya estando cerca de la zona, ¿por qué no ir hacia el Paseo de Abandoibarra? Visitar éste paseo es algo de lo que no nos arrepentiremos.
En éste nos encontramos cerca de la ría, y se pueden encontrar a lo largo de toda el área distintos lugares vitales para el turismo.
Entre esos mencionados lugares, se encuentran la Universidad de Deusto, llena de sabiduría y aplicación, así como el Museo Marítimo o el Astillero, representativo de la ciudad, Euskalduna.
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Día 2
En nuestro segundo día de visita, podemos concentrarnos más en los lugares turísticos de los cual tanta gala, hace la región.
Entre muchos caminos, visitaremos ambos lados en los que se encuentra divida la villa, conociendo lo mejor de Bilbao en dos días.
Por la mañana – Begoña, Ayuntamiento y Jardines del Arenal
Al igual que en el día anterior, procederemos a dividir nuestro recorrido según el tiempo en el cual nos encontremos.
De ésta manera, disfrutando el fresco mañanero, podemos empezar nuestro viaje diario yendo por un camino más espiritual, visitando la Basílica Menor de Nuestra señora de la Begoña.
Una infraestructura clásica que lleva al visitante hacia una paz característica del templo. Muchos feligreses han popularizado éste templo de manera increíble.
Su arquitectura gótica y su arco realista junto al retablo proclamando la vida y obra de la tan querida madre de la Begoña, hacen de éste lugar un sitio turístico de gran relevancia en la Villa.
Dada a la altura que se encuentra con respecto a la ciudad, no es de extrañar que los turistas prefieran tomar un taxi al frente de la oficina de turismo.
Esto antes de subir los 323 peldaños que constituyen de la subida hacia la iglesia. Aunque cabe destacar que los esfuerzos de subir, se ven bien recompensados.
Posteriormente, el qué ver en Bilbao en dos días, continua la visita y procedemos a ir por las calles hacia el Ayuntamiento, una de las edificaciones más relevantes en todo Bilbao.
Esto se debe a la arquitectura netamente española que posee el frente del edificio, también conocido como La Casa de la Villa la cual apunta a la ría y el Ensanche.
Habiendo visitado ya el Ayuntamiento, en busca de un lugar más relajante y frondoso, se puede ir hacia los Jardines del Arsenal.
La zona del Arsenal en sí, es una de las más relevantes de la historia, además de ser un punto clave en la villa, siendo recibidor del Casco Viejo.
Entre sus distintos árboles, vegetación y plazas, se puede ver Bilbao desde una perspectiva natural y más colorida. Un lugar perfecto para ir a pasear un rato.
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Por la tarde – Casco Viejo y Ensanche
Ahora sí, pasaremos a la última parte de nuestro recorrido planificado con la finalidad de visitar Bilbao en dos días, llenos de la historia y cultura tan características de la ciudad bilbaína.
Ya a punta del mediodía, podemos comenzar por el Casco Viejo también conocido como las Siete Calles, el cual se encuentra en el margen derecho de la ría.
Este lugar, es uno de los más antiguos de la ciudad, además de ser centro histórico de la misma, en él se encuentran los principales lugares de más atractivo de la zona.
Una de las cosas, que más llama la atención del mismo es el cómo narra la historia y tradición bilbaína en cada una de sus fachadas.
En caso de que el hambre empiece a corroer, una gran variedad de restaurantes y bares se encuentran presentes en la zona, ir de pintxos es casi una costumbre en el lugar.
Así mismo, ya por la tarde, del otro lado de la ría, antagónicamente, se distingue el famoso Ensanche de Bilbao, el cual cuenta en su infraestructura general una historia distinta a la del Casco
Desde una perspectiva más comercial, se puede apreciar la cultura marítima de Bilbao, yendo por la calle de la Gran Vía, pasando por la Plaza Circular mientras se recorren éstas maravillosas calles.
A su vez, pasar por los jardines del Albia y apreciar las distintas esculturas que adornan la zona es igual de relevante que todo lo demás.
Al igual que ir de visita al Palacio Foral, el cual se encuentra rodeado de la actividad comercial tan típica de Bilbao, así también la Biblioteca Foral es digna de admiración por parte de los visitantes.
Y por último, para terminar nuestro increíble viaje por ésta mágica e histórica ciudad, una deliciosa cena en uno de los tantos bares de terraza en la zona, ambiente refrescante y vivaz, es lo mejor.
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