En tu viaje por la hermosa ciudad de Milán debes buscar los mejores lugares turísticos para que deleites un rato con todo lo maravilloso que tiene para ofrecer esta metrópolis, y aunque es conocida como la capital de la moda, también tiene varios sitios históricos y artísticos que vale la pena visitar.
Si eres una persona que disfruta de las compras entonces no puedes perderte la Galeria Vittorio Emanuele II, conocida también como El Salón de Milán, que es una edificación que fue diseñada en el siglo XIX y donde encontrarás varias opciones para caminar y admirar las mejores tiendas de todo Milán.
Historia de la Galería
La Galeria Vittorio Emanuele II, también conocida por su nombre en español como la Galería de Víctor Manuel II fue diseñada en el año 1861 originalmente, y fue construida entre los años 1865 y 1877 por Giuseppe Mengoni.
Su nombre proviene del primer rey de la Italia unificada, y fue inaugurada oficialmente el 5 de septiembre de 1867. El propósito de esta edificación, ubicada entre el tremendo tránsito del Duomo y Teatro dalla Scala, era servir como una calle porticada que funcionara como un escaparate y donde se pudiera pasear luego de la ópera.
Fue construida con una técnica que en aquel entonces era totalmente vanguardista, donde se utilizó hierro y vidrio como en las estaciones de Paris. Desde el momento de su construcción se erigió como una edificación imponente por sus dimensiones, siendo la galería de 32 metros y la altura del Octágono es de 47 metros.
Esta galería es de mayor tamaño que sus predecesoras, y es considerada como un paso importante en lo que fue la evolución hasta los modernos centros comerciales cerrados y acristalados.
Recorrer la galería
Uno de los mejores aspectos de esta galería es que logra llevarte al pasado, ya que al ser una edificación antigua muestra ese estilo ecléctico típico de la segunda mitad del siglo XIX de Milán, con grutescos, lunetas, cariátides y pilastras que te fascinarán desde el primer momento en el que entres.
Actualmente, la galería se ha convertido en un refugio tanto para los turistas como para los residentes, ya que al estar en el centro de la ciudad se puede pasar por el lugar para comer algo y descansar mientras se sigue recorriendo esta hermosa metrópolis.
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Está considerada como una de las sedes para las compras de lujo milanesas, ya que muchas marcas y firmas prestigiosas tienen sus tiendas en este lugar como Prada o Luis Vuitton, al igual que también podrás encontrar restaurantes y cafeterías famosas, e históricas y prestigiosas librerías como Rizzoli, por lo que es un lugar que tiene mucho que ofrecerte.
¿Qué ver?
Además de visitar la galería para poder admirar algunos de los establecimientos más importantes, debes también prestarle mucha atención a los detalles que hacen que este lugar sea tan especial.
Lo primero que te deslumbrará al momento de entrar al sitio es que verás una edificación que consiste en dos arcadas perpendiculares con bóveda de vidrio, algo totalmente majestuoso, y que se cruzan para así formar un octágono, por lo que es un espacio bastante singular y probablemente no hayas visto otro parecido.
Una buena recomendación es caminar hasta ver el techo de la bóveda central para que puedas admirar el extraordinario mosaico que está allí donde se representan los continentes de Europa, Asia, África y Ámerica.
En el octágono central de la galería, en el piso, también podrás apreciar un mosaico donde está representado el escudo familiar de los Savoia que es un toro, que ha sido objeto de muchas supersticiones milanesas, pero que igual vale la pena admirar y tomarle una fotografía.
Tiendas
Por la gran cantidad de tiendas que hay en este lugar es que ha sido apodada como “El Salón de Milán” así como también por ser un punto central para las compras, por lo que si tienes un dinero extra puedes llevarte contigo prendas de algunas de las más prestigiosas marcas.
En su interior podrás encontrar tiendas de todo tipo: tiendas de alta costura, tiendas de joyas, librerías, tiendas de pinturas, así como de firmas importantes como Gucci o Prada. También podrás encontrar locales pequeños de marcas menos conocidas por lo que tienes mucho por recorrer.
Oferta gastronómica
Con respecto a la oferta gastronómica, la galería es un buen lugar para tomarse un delicioso café o para comer el almuerzo antes de seguir con tu camino turístico. En ese lugar están unos de los establecimientos más antiguos de Milán, como el Café Biffi que fue fundado en 1867 y donde podrás sentarte un rato a disfrutar de esta exquisita bebida caliente.
Sin embargo también tiene muchas opciones para poder comer, y de seguro te sorprenderás a ver cadenas de comida rápida en su interior, pero manteniendo la gala establecida de colores negro y dorado que es característica de la galería.
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Horario de la Galería
De seguro te estarás preguntando cuál es el mejor momento para visitar la Galeria Vittorio Emanuele II, ya que quieres aprovechar tu viaje al máximo pero también quieres recorrer este bello lugar para aprovechar de ver todas las tiendas y la cantidad de productos que se ofrecen allí.
Lo cierto es que la Galeria Vittorio Emanuele II no tiene un horario establecido ya que está abierta todos los días, las 24 horas del día, por lo que puedes ir en cualquier momento que gustes. Sin embargo, es preferible visitarla durante el día ya que hay más probabilidad de conseguir más tiendas abiertas.
Una de las ventajas que ofrece este lugar es que le permite al turista relajarse luego de un largo día de visitar sitios turísticos, y no tendrás que preocuparte por marcharte rápido ya que puedes estar allí todo el tiempo que quieras.
¿Cuándo visitarla?
El mejor momento para visitarla puede ser el primer día de tu viaje en Milán, ya que muy probablemente el primer sitio que visites sea el Duomo, así que una vez que salgas de allí puedes pasar por la galería para comer algo o simplemente descansar un poco antes de continuar tu camino.
Una recomendación es que una vez que hayas recorrido la galería, hayas comido algo, hecho algunas compras, y descansado un poco, continúes a cualquiera de los otros sitios turísticos que se encuentran muy cerca y que no te puedes perder, como el Teatro dalla Scala o la Piazza Mercanti.
Precio para entrar a la Galería
Para entrar a la Galeria Vittorio Emanuele II no tendrás que pagar una entrada, ya que es totalmente gratis recorrerla y admirar todas sus tiendas. Evidentemente si quieres comprar algo en alguna de las tiendas o si quieres disfrutar de un servicio de comida deberás pagar.
Ubicación de la Galería y cómo llegar
Esta hermosa galería está ubicada entre la Piazza del Duomo y la Piazza della Scala, por lo que es muy fácil de ubicar en tu camino por el centro de Milán mientras estés recorriendo los diferentes lugares turísticos que están en tu itinerario.
Para llegar a la Galeria Vittorio Emanuele II no tendrás complicaciones, ya que es un lugar turístico muy visitado, y además queda muy cerca del Duomo por lo que es una visita que debes incluir si piensas visitar la Catedral. Sin embargo, puedes ir cuando quieras ya que tanto por metro como por tranvía te queda muy cerca.
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Metro
Puedes utilizar el metro para llegar hasta la Galeria Vittorio Emanuele II al tomar las líneas 1 o 3 y bajarte en la estación del Duomo. Una vez que llegues a la estación solo deberás caminar en dirección a la Piazza della Scala y justo en el centro del camino encontrarás a esta hermosa galería esperándote para que la visites.
Como podrás ver es muy sencillo llegar, y al estar ubicada en el centro de la ciudad es mucho más fácil utilizar el transporte público para movilizarse hasta allá, lo cual es una ventaja, especialmente si cuentas con la MilanoCard.
Tranvía
El tranvía es uno de los medios de transporte más particulares de la ciudad, y si te gusta utilizarlo pues entonces debes saber que puedes llegar a la Galeria Vittorio Emanuele II al tomar las líneas 1 o 2 y llegar hasta la estación Grossi S. Margherita.
Lo mejor de utilizar el tranvía es que podrás admirar la ciudad mientras estás llegando a tu destino, algo que no puedes hacer al usar el metro. Al usar el tranvía será fácil ubicar la galería, no debes preocuparte por perderte.